El paisajismo contemporáneo dista mucho de la escena que se representa en “El Encuentro”, de Gustave Courbet, una obra que nos ayuda a entender el realismo del siglo XIX en tanto que filosofía de vida para enfrentarse a lo real. Omitiendo de antemano la experiencia sensorial y obviando sus cualidades esenciales, esta serie de obras explora la pintura de paisaje desde el infértil terreno de lo doméstico, de lo domesticado.

 

Tras largas jornadas de peregrinación digital en Google Maps y StreetView, las imágenes tomadas como referencia fueron manipuladas para extraer columnas de píxeles que se extienden para crear líneas de color, interrumpidas por franjas negras, que aluden al carácter discreto de las tecnologías digitales. Los bocetos digitales resultantes son reproducidos manualmente, con máscaras y pigmentos acrílicos, sobre láminas de metacrilato. Recurriendo a la tradición histórica, cada marco es etiquetado con una placa grabada en bronce que revela las coordenadas geográficas del lugar representado. El “Paisaje Doméstico” abre la posibilidad para que cualquier internauta curioso, a punta de ratón y tecla, pueda visitar esos no-lugares estériles, perdidos en inmensidad de la web.

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Contemporary landscape painting is far from the scene depicted in “The Meeting” by Gustave Courbet, a work that helps us understand 19th-century realism as a philosophy of life to confront reality. Omitting the sensory experience beforehand and ignoring its essential qualities, this series of works explores landscape painting from the infertile terrain of the domestic, of the domesticated.

 

After long days of digital pilgrimage on Google Maps and StreetView, the images taken as reference were manipulated to extract columns of pixels that were extended to create lines of color, interrupted by black stripes, to allude to the discreet nature of digital technologies. The resulting digital sketches are reproduced manually, with masks and acrylic pigments, on methacrylate sheets. Drawing on historical tradition, each frame is labeled with an engraved bronze plaque that reveals the geographical coordinates of the place represented. The “Domestic Landscape” opens the possibility for any curious Internet user, to visit just with a mouse and a keyboard those sterile non-places, lost in the immensity of the web.